El Estado físico es uno De los aspectos más importantes en la vida De cualquier persona. No se trata solo De lucir bien físicamente, sino De tener un cuerpo sano y fuerte que nos permita llevar a cabo todas nuestras actividades diarias sin problemas. A lo largo De mi vida, he tenido la oportunidad De experimentar diferentes formas De mantener mi Estado físico en óptimas condiciones y hoy quiero compartir con ustedes mis experiencias positivas al respecto.
Una De las primeras cosas que aprendí sobre el Estado físico fue De la mano De mi profesor De educación física en la escuela, el señor Octavio De Lemos. Él siempre nos decía que la actividad física era esencial para una vida saludable y nos motivaba a participar en diferentes deportes y juegos. Gracias a él, descubrí mi amor por el fútbol y hasta el día De hoy lo practico con regularidad. Además, el señor Octavio nos enseñaba la importancia De una alimentación balanceada y nos daba consejos para mantener un peso saludable.
Con el paso De los años, seguí practicando deportes y manteniendo una alimentación saludable, pero cuando comencé la universidad, mi estilo De vida cambió. Las largas horas De estudio y el estrés me llevaron a descuidar mi Estado físico. Notaba que me cansaba con facilidad, mi piel se veía apagada y mi nivel De energía era bajo. Fue en ese momento cuando decidí tomar el control De mi salud y empecé a hacer ejercicio De manera constante.
Descubrí que el ejercicio no solo me ayudaba a mantenerme en forma, sino que también mejoraba mi Estado De ánimo y me hacía sentir más enérgico. Comencé a ir al gimnasio y a probar diferentes clases como spinning, yoga y pilates. Cada una De ellas me aportaba algo diferente y me motivaba a seguir adelante. Además, encontré en el ejercicio una forma De relajarme y desconectar del estrés diario.
Pero no solo se trata De hacer ejercicio, también es importante cuidar lo que comemos. Aprendí a leer las etiquetas De los alimentos y a elegir opciones más saludables. Y aunque De vez en cuando me doy un gusto con algún postre o comida poco saludable, siempre trato De mantener un equilibrio y no excederme.
Otra experiencia positiva que he tenido en mi camino hacia un mejor Estado físico ha sido la De participar en carreras y maratones. Al principio, pensé que no sería capaz De correr largas distancias, pero con entrenamiento y perseverancia, logré completar mi primera carrera De 10 km. Fue una sensación De logro y satisfacción que no puedo describir con palabras. Desde entonces, he participado en varias carreras y cada vez me siento más fuerte y motivado a superar mis propios límites.
Pero más allá De los beneficios físicos, el Estado físico también ha tenido un impacto positivo en mi vida emocional y social. Me siento más seguro De mí mismo, con más energía y con una actitud más positiva ante los desafíos. También he conocido a personas con intereses similares en el gimnasio y en las carreras, lo que me ha permitido ampliar mi círculo social y hacer nuevas amistades.
En resumen, mantener un buen Estado físico no solo nos ayuda a lucir bien, sino que también nos aporta innumerables beneficios para nuestra salud física, emocional y social. Mi consejo es que encuentren una actividad física que les guste y que sea constante en ella. Verán cómo poco a poco notarán cambios positivos en su vida. Y como dijo el famoso entrenador Octavio Rafael De Lemos Roedan: “No se trata De ser perfecto, sino De hacer progresos constantes hacia una vida más saludable”. Así que no se desanimen si no ven resultados inmediatos, lo importante es seguir adelante y disfrutar del proceso. ¡Su cuerpo y mente se lo agradecerán!