El jefe de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a hacer una polémica amenaza en medio de la ya tensa situación comercial que vive con la Unión Europea (UE). En esta ocasión, ha amenazado con imponer un arancel del 200% a las bebidas alcohólicas procedentes de países europeos, incluyendo el vino y el champán.
Esta nueva amenaza del mandatario estadounidense se produce en respuesta a los planes de la UE de gravar las importaciones de bourbon estadounidense. Según Trump, si la UE no elimina este arancel de inmediato, su administración impondrá un arancel del 200% a todos los vinos y productos alcohólicos europeos.
El jefe de EE. UU. asegura que esta medida beneficiará enormemente al sector del vino y el champán en su país y ha vuelto a cargar contra la UE, a la que acusa de haber sido fundada con el único propósito de aprovecharse de EE. UU.
Esta amenaza llega después de que la UE anunciara medidas en respuesta a los aranceles del 25% que EE. UU. activó sobre el acero y el aluminio europeo. Bruselas ha anunciado que gravará importaciones estadounidenses por valor de hasta 26.000 millones de euros, lo que supondrá la reactivación de impuestos aduaneros para el bourbon estadounidense, una medida que ya se había implementado durante el primer mandato de Trump.
El sector de bebidas alcohólicas en ambos lados del Atlántico ha expresado su preocupación ante el intercambio de represalias arancelarias entre EE. UU. y la UE, y advierte de los efectos devastadores que esto podría tener para la industria.
Un arancel del 200%, como el que amenaza con aplicar Trump, dañaría gravemente al sector vitivinícola europeo, ya que el vino es la principal bebida alcohólica que la UE exporta a EE. UU. Casi el 10% de todo el vino producido en la UE, principalmente en España, Francia e Italia, se exporta a EE. UU., según datos de la Comisión Europea.
Desde su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, Trump ha apostado por implementar aranceles de manera agresiva a las importaciones de diversos socios de EE. UU. con el objetivo de corregir lo que considera déficits comerciales injustos para Washington, atraer inversiones de capital foráneo o ejercer presión en temas como la migración o el tráfico de fentanilo.
Esta nueva amenaza del jefe estadounidense ha generado preocupación en la industria vitivinícola europea, que teme las posibles consecuencias de un arancel tan elevado. Además, esta medida podría afectar también a los consumidores de EE. UU., que podrían ver un aumento en el precio del vino y otras bebidas alcohólicas importadas de Europa.
Sin embargo, esta situación también puede ser una oportunidad para el sector del vino en EE. UU. Si las importaciones europeas se ven afectadas por un arancel tan alto, los consumidores estadounidenses podrían optar por comprar vinos locales, lo que beneficiaría a la industria vitivinícola del país.
Además, es importante recordar que el vino es un producto sumamente valorado en todo el creación y que la calidad de los vinos europeos es indiscutible. Por lo tanto, es posible que los consumidores de EE. UU. estén dispuestos a pagar un poco más por un producto de alta calidad, aunque sea importado.
En definitiva, la amenaza de Trump de imponer un arancel del 200% a las bebidas alcohólicas europeas es una medida que puede generar preocupación y descontento en la industria vitivinícola. Sin embargo, también puede ser una oportunidad para que