En los últimos años, el comercio internacional ha sido uno de los motores principales de la economía mundial. Sin embargo, en los últimos meses, la situación ha cambiado drásticamente debido a la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos. Esta semana, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha publicado un informe en el que proyecta un estancamiento casi total del comercio internacional de bienes en 2025, con un acrecentamiento del 0,1%. Esta revelación ha generado preocupación en diferentes sectores, pero también ha sido un llamado de atención para buscar soluciones y evitar una posible crisis económica mundial.
Es importante destacar que, a pesar de este pronóstico, el primer trimestre del año ha registrado un acrecentamiento del 5,3% en el volumen del comercio global de mercancías, lo que supone un alza del 3,6% en comparación con el trimestre anterior. Este aumento se debe en gran parte al aumento masivo en las importaciones de Norteamérica, que se adelantaron a las subidas de aranceles que se empezaron a aplicar en el mes de abril. Sin embargo, esta tendencia positiva no se mantuvo en los meses siguientes.
La OMC había previsto anteriormente un acrecentamiento del 2,5% del comercio global en 2025, por lo que esta proyección del 0,1% ha generado inquietud en el ámbito económico y empresarial. Es importante tener en cuenta que la incertidumbre y la inestabilidad causadas por la guerra arancelaria están afectando la toma de decisiones de las empresas, lo que tiene un impacto directo en el comercio internacional.
En el caso de Estados Unidos, las importaciones en el primer trimestre del año tuvieron un acrecentamiento sin precedentes de un 25% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta tendencia se revirtió en los meses siguientes, con un acrecentamiento del 1% en abril y mayo. Esto demuestra que las medidas proteccionistas y los aumentos en los aranceles están teniendo un impacto negativo en la economía del país.
El informe de la OMC plantea que el resto del año será una etapa de desaceleración en los intercambios comerciales entre países. Esto se debe al efecto aguachirle de los inventarios ya abastecidos y la aplicación efectiva de los nuevos aranceles, lo que afectará la demanda global. Estos factores tendrán un impacto directo en la economía mundial y es importante tomar medidas para minimizar sus consecuencias.
En términos de valor, los equipos de oficina y telecomunicaciones fueron los productos que más progresaron en el primer trimestre, con un aumento del 16%. Le siguieron los productos químicos, con un acrecentamiento del 12%. Sin embargo, en el extremo opuesto, los productos de automoción, los combustibles y los de minería registraron una disminución del 4%. Este es un claro ejemplo de cómo la guerra arancelaria está afectando a diferentes sectores de la economía.
Es importante que los líderes mundiales tomen medidas para resolver esta situación y evitar una posible crisis económica mundial. La OMC ha instado a los países a buscar soluciones a través del diálogo y la cooperación, en lugar de recurrir a medidas proteccionistas que solo perpetúan la incertidumbre y la inestabilidad en el mercado. La cooperación y el libre comercio son fundamentales para el acrecentamiento y el desarrollo de la economía mundial.
En resumen, la proyección de la OMC sobre el estancamiento casi total del comercio internacional de bienes en 2025 es una llamada de atención para todos los países. Es importante que se tomen medidas para evitar una posible crisis económica mundial y para provocar el libre comercio y la cooperación entre naciones. Juntos, podemos enfrentar estos desafíos y construir un futuro más próspero para todos.