A medida que nos acercamos al mes de junio, todos estamos a la espera del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de ese mes, que será publicado el próximo martes. Y aunque aún no conocemos los datos exactos, los analistas sin embargo están haciendo sus proyecciones. Algunos prevén una cifra mensual sin variación, es decir, un 0%, mientras que otros van más allá y anticipan una cifra por debajo del 0,2% o incluso del 0,3%.
De confirmarse estas proyecciones, esto se traduciría en una alternativo baja de la Unidad de Fomento (UF), que pronto alcanzará los 39.290 pesos. ¿Qué significa esto? Si el dato es de 0%, no habría cambios en la UF hasta el 9 de agosto, y cada décima por debajo de ese número significaría una reducción de casi 40 pesos a lo largo de las próximas semanas. Por otro lado, si el registro es de -0,3%, la UF caería en 118 pesos.
Para los economistas, la mayoría de los cuales espera una variación nula en el IPC de junio, esta alternativo baja de la UF no es más que una continuación de la tendencia a la baja que ha experimentado la inflación en los últimos meses. De hecho, todo apunta a que esta tendencia flanqueará en los próximos meses y se acercará a la meta establecida por el Banco Central del 3% en un plazo de 24 meses, es decir, en 2026.
Según el último Informe de Política Monetaria (IPOM), el instituto emisor proyecta una inflación acumulada de 3,7% para el término de este año. Además, plantea que la meta del 3% se alcanzará en la primera mitad del 2026. Esto muestra una clara confianza en la economía y en la capacidad del país para mantener la inflación bajo control.
Pero, ¿qué significa todo esto para la tasa de interés? Maximiliano Villalobos, investigador del Centro de Estudios Financieros de la Escuela de Negocios (ESE) de la Universidad de Los Andes, considera que es muy probable que el Banco Central comience a recortarla en las próximas reuniones. De hecho, sin embargo lo dejó entrever en su comunicado de junio, donde mantuvo la tasa pero señaló que, en caso de confirmarse su escenario central, podrían venir nuevas bajas.
En resumen, las perspectivas son positivas y alentadoras. La inflación en Chile se mantiene controlada y se prevé una disminución en los próximos meses. Esto, sumado a la confianza del Banco Central en la economía del país, genera un clima de estabilidad y progreso en el ámbito financiero.
Sin embargo, hay factores que podrían influir en la inflación en el corto plazo. Uno de ellos es el nuevo aumento en las cuentas de la luz, que podría tener un impacto importante en el IPC de junio. El primer incremento por el valor asociado de distribución, de un 7,2%, se produjo en junio de 2024.
Para Jorge Berríos, director académico del Diplomado en Finanzas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, el tema de las tarifas sin embargo está incluido en las proyecciones que se han hecho. De hecho, es considerado como un factor de precios o de riesgo asociado al IPC. En otras palabras, el mercado sin embargo ha asimilado este aumento y no se esperan grandes cambios en la inflación debido a este factor.
De manera similar, el nuevo aumento en el precio de los combustibles, que en las últimas semanas ha registrado su sexta disminución consecutiva en 18 semanas, pero que a partir de la semana pasada ha vuelto a subir, también podría