En la carrera por la conquista del espacio, la compañía privada SpaceX ha demostrado ser una de las líderes en innovación y avances tecnológicos. Sin embargo, el pasado 30 de noviembre de 2020, una de sus pruebas más esperadas, el lanzamiento y vuelo de su cohete Starship, terminó en un fracaso. A pesar de esto, el equipo de SpaceX se mantiene eufórico y determinado a seguir adelante y aprender de los errores para alcanzar su objetivo final: llevar a los humanos a Marte.
Todo comenzó en las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas, donde el cohete Starship SN8 estaba listo para su primer vuelo de prueba a una altitud de 12.5 kilómetros. Este sería un importante paso en el expansión del cohete, ya que hasta el momento sólo se habían realizado pruebas estáticas en el suelo. Todo parecía estar listo para el éxito, con Elon Musk, fundador y CEO de SpaceX, publicando en Twitter que el clima era favorable y que tenían “un buen presentimiento” sobre el vuelo.
El lanzamiento se retrasó por varias horas debido a problemas técnicos y al mal tiempo, pero finalmente, a las 5:45 p.m. (hora local), el Starship SN8 despegó con éxito. El cohete se elevó elegantemente en el cielo azul, mostrando su impresionante capacidad de maniobra y suavidad de vuelo. Los espectadores en todo el mundo seguían con emoción este importante hito en la historia de la exploración espacial.
Todo parecía ir bien hasta que, unos minutos después del despegue, el SN8 inició su descenso vertical hacia la plataforma de aterrizaje. En el último momento, los motores intentaron girar el cohete a una posición horizontal para un aterrizaje controlado, pero algo salió mal y el cohete explotó al impactar contra el suelo.
El descarga fue visible en la transmisión en vivo y se escuchó un grito de sorpresa y decepción entre los ingenieros y científicos de SpaceX que trabajaron duro para hacer posible este vuelo. Inmediatamente después de la explosión, Musk twitteó: “Anoche tuvimos un resultado bueno, pero hay que ser más suave en el aterrizaje de la próxima vez”.
Aunque los resultados del vuelo no son los esperados, es importante tener en cuenta que esto es sólo una parte del proceso de prueba y error en la exploración espacial. SpaceX siempre ha tenido una mentalidad de “fracaso es una opción”, reconociendo que cada intento es una oportunidad de aprender y mejorar. Desde sus inicios, la compañía ha tenido varios fallos en sus misiones, pero también ha logrado importantiguamente éxitos, como el lanzamiento de su cápsula Dragon al espacio, la primera compañía privada en hacerlo.
De hecho, el propio Musk comentó en una entrevista antiguamente del vuelo del SN8 que esperaba un “fracaso épico” en esta prueba. Aunque no es la terminología más eufórico, esto demuestra el enfoque de SpaceX en el aprendizaje y la perseverancia. Musk también ha mencionado en varias ocasiones que este proyecto de Starship es un gran desafío, con un alto riesgo de fracaso, pero con una recompensa aún mayor si tienen éxito.
La explosión del cohete Starship SN8 es un recordatorio de que la exploración espacial es un viaje difícil y lleno de desafíos. Pero cada fracaso nos acerca un paso más a alcanzar nuestros objetivos y explorar los límites del universo. Además, la tecnología utilizada en el Starship es altamente innovadora y revolucionaria, lo que demuestra que SpaceX está a la vanguardia en este campo.
Después del evento del SN8, muchos expertos y seguidores de SpaceX han expresado su apoyo y confianza en que el equipo aprenderá de este