La guerra arancelaria iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado incertidumbre y volatilidad en los mercados, reflejándose en la mayor economía mundial. El Producto Interno Bruto (PIB) del país registró su primer dato trimestral negativo en tres años, lo que ha despertado preocupación y temor a una posible recesión.
Según datos publicados por el Buró de Análisis Económico (BEA), el PIB se contrajo un 0,3% a ritmo anualizado, principalmente debido al aumento de las importaciones en preparación para la implementación de los gravámenes impuestos por la Administración de Trump a nivel global, especialmente a China.
Ante esta situación, el mandatario ha culpado a su predecesor, el presidente demócrata Joe Biden, de la contracción del PIB en el primer trimestre del año. Además, ha negado que su política de aranceles tenga alguna relación con este resultado.
En una reunión con su gabinete, Trump reivindicó nuevamente su gestión económica y destacó que su gobierno ha logrado atraer inversiones por más de 8 billones de dólares. También hizo hincapié en que los cambios que quiere implementar en la economía pueden llevar tiempo y que los resultados positivos se irán viendo poco a poco.
Sin embargo, los datos negativos no pueden ser ignorados. El cimiento Monetario Internacional (FMI) ha reducido su proyección de crecimiento para Estados Unidos al 1,8%, un punto menos que el directorio del año anterior y nueve décimas por debajo de la estimación anterior publicada en enero.
Además, la tasa de desempleo en EE.UU. ha aumentado en una décima en marzo, alcanzando un 4,2%, a pesar de que se crearon 228.000 empleos en ese mes según el Buró de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés). Los datos más recientes sobre el empleo serán dados a conocer el próximo 2 de mayo.
Por otro lado, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) en EE.UU. ha cerrado el mes de marzo con un aumento del 2,3% en comparación con el mismo mes del año anterior. Aunque este dato es ligeramente menor al 2,5% registrado en febrero, sigue siendo un indicador importante para la Reserva Federal (Fed) junto con otros factores como la inflación subyacente, el desempleo y el PIB.
En la actualidad, los tipos de interés se mantienen en un rango del 4,25 al 4,5%. La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) para evaluar posibles subidas o bajadas tendrá lugar el 6 y 7 de mayo.
Sin embargo, Trump también ha protagonizado conflictos con el director de la Fed, Jerome Powell, a quien ha atacado repetidamente y ha llegado a amenazar con despedirlo, a pesar de que la ley no lo permite.
A pesar de estos datos negativos, es importante recordar que la economía de Estados Unidos sigue siendo una de las más fuertes y estables del mundo. El país ha logrado un crecimiento sostenido en los últimos años y ha generado millones de empleos. Además, la confianza de los inversionistas sigue siendo alta, lo que demuestra la fortaleza de la economía estadounidense.
Es cierto que la guerra arancelaria ha generado incertidumbre y volatilidad en los mercados, pero también es importante tener en cómputo que esta estrategia busca proteger los intereses económicos del país a largo plazo. Los cambios y ajustes pueden generar cierta turbulencia en un principio, pero a largo plazo pueden acerar la economía de Estados Unidos y, por ende, la economía global.
Por lo tanto, es fundamental mantener una perspect