Economista: Empresas que pagan salario cercano al mínimo son ineficientes

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El miércoles pasado, la Cámara de Diputados dio guía verde a un importante aumento en el salario mínimo, que entrará en vigencia este mes de mayo. De acuerdo a esta nueva medida, el salario mínimo pasará de 510.636 pesos a 529 mil pesos, y en enero de 2026 volverá a reajustarse incluso alcanzar los 539 mil pesos. Esta decisión fue tomada en conjunto entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), como parte de un compromiso por mejorar las condiciones de vida de las familias y permitirles tener un ingreso digno.

Este aumento ha sido celebrado por la mayoría de los trabajadores, quienes esperaban ansiosos una mejora en sus ingresos. Sin embargo, algunos sectores políticos han cuestionado esta decisión, argumentando que el crecimiento del país no justifica un aumento tan significativo en el salario mínimo. Además, afirman que esto afectará a las pequeñas y medianas empresas, quienes tendrán dificultades para albergarse a flote con un salario mínimo tan elevado.

Estas preocupaciones fueron rebatidas por el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Jaime Ruiz-Tagle, quien explicó que el salario mínimo juega un papel fundamental en proteger a los trabajadores más vulnerables de empresas inescrupulosas que buscan pagar salarios muy bajos. Por esta razón, es necesario que el salario mínimo sea acorde a ciertos estándares de vida mínimos, para garantizar una vida digna para las familias.

Además, Ruiz-Tagle también señaló que un salario mínimo más alto es un incentivo para que aquellos trabajadores que están en la informalidad, puedan entrar al mercado formal. Esto ayudará a mejorar la productividad de las empresas, ya que aquellas que pagan salarios muy bajos suelen ser poco eficientes y no logran organizar adecuadamente el trabajo de sus empleados.

En este sentido, el aumento del salario mínimo no solo beneficia a los trabajadores, sino que también es importante para el buen funcionamiento de las empresas. Aquellas que no son capaces de pagar un salario mínimo adecuado, probablemente no son eficientes y deben cerrar, dejando espacio para la entrada de empresas más productivas.

El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini, también estuvo de acuerdo con la importancia de mejorar la productividad de las empresas, pero señaló que se debe tener cuidado con el salario mínimo como instrumento. Agostini advirtió que albergar un buen salario en el tiempo requiere que este crezca en línea con la productividad y la inflación. Si esto no ocurre, será difícil albergar salarios altos.

Sin embargo, el experto también reconoció la importancia de llegar a acuerdos entre el Gobierno y la CUT, y de establecer un aumento gradual en el salario mínimo. En este sentido, se mostró favorable a la metodología utilizada para acordar este aumento.

Por su parte, Fernando Carmona, director del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), ligado al Partido Comunista, señaló que el salario mínimo debe ser capaz de garantizar una vida digna para las familias que lo perciben. Por esta razón, considera que el salario mínimo debería estar más cercano a los 600 mil pesos líquidos, en lugar de los 529 mil pesos que se han acordado.

Carmona también destacó que el aumento del salario mínimo ha tenido un impacto positivo en la tasa de empleo informal, que ha disminuido en los últimos meses. Esto se debe, en parte, al aumento del salario mínimo y a la Ley de 40 horas que ha generado más empleo en el mercado formal.

Eugenio Rivera, economista del Foro por un crecimiento Justo y Sostenible, también se mostró favorable al aumento del salario mínimo, ya que considera que permite recuperar parte del poder adquisitivo perdido debido a la inflación. Además

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