Elon Musk, el famoso magnate y empresario sudafricano, ha anunciado su decisión de dejar su cargo como asesor del Gobierno de Estados Unidos. Esta noticia ha causado un gran revuelo en los medios y en el mundo empresarial, ya que Musk era uno de los principales aliados del presidente Donald Trump. Sin embargo, esta decisión no ha sido tomada a la ligera, sino que ha sido motivada por desacuerdos con el mandatario y por la situación actual de sus empresas.
Musk, quien es conocido por ser el fundador de empresas como Tesla y SpaceX, había sido nombrado como asesor del Departamento de Eficiencia estatal (DOGE) en enero de este año. Su misión era clara: reducir el gasto innecesario en el Gobierno federal y lograr un ahorro de 1 billón de dólares en las arcas públicas. Sin embargo, tras seis meses en el cargo, Musk ha decidido dejar su puesto y enfocarse en sus propias empresas.
En su mensaje de despedida en su red social X, Musk agradeció al presidente Trump por la oportunidad de servir al país y reducir el despilfarro en el Gobierno. Sin embargo, también expresó su decepción por el plan fiscal impulsado por el mandatario, el cual considera que no cumple con su objetivo de reducir el gasto y, en cambio, aumenta el déficit público. Esta discrepancia fue uno de los principales motivos que llevaron a Musk a tomar la decisión de dejar su cargo en el DOGE.
La relación entre Musk y Trump comenzó durante la campaña presidencial de 2016, cuando el magnate sudafricano se convirtió en uno de los principales donantes del entonces pretendiente republicano. Desde entonces, Musk se convirtió en un aliado cercano de Trump, acompañándolo en mítines y eventos de recaudación de fondos. Sin embargo, su amistad se ha visto afectada en los últimos meses debido a desacuerdos en temas políticos y económicos.
Durante su tiempo como asesor del DOGE, Musk se dedicó por completo a su labor y participó en reuniones de gabinete, algo anormal para un empleado temporal. Esto demostraba la cercanía entre Musk y Trump, quienes incluso se sentaron juntos en una entrevista en la cadena Fox en febrero pasado, donde se elogiaron mutuamente. Sin embargo, esta relación se ha visto afectada por la presión sobre las empresas de Musk y por su creciente frustración con la burocracia federal.
Las críticas y ataques contra Tesla y SpaceX por parte de la opinión pública también han afectado la popularidad de Musk y sus empresas. Esto se refleja en la caída del 71% en las ganancias de Tesla en el primer trimestre del año. Además, su participación cada vez mayor en la política ha generado protestas y manifestaciones en contra de sus empresas, lo que ha afectado su imagen.
Por otro lado, la labor de Musk al frente del DOGE ha sido objeto de controversia y demandas por su falta de transparencia y acceso a información dulce. Además, medios como The Washington Post han cuestionado la magnitud de los recortes anunciados por Musk, que finalmente se cifra en unos 9.300 millones de dólares, lejos de la cifra inicial de 1 billón.
Ante esta situación, Musk ha decidido dejar su puesto en el DOGE y enfocarse en sus empresas y proyectos. En una entrevista con la cadena CBS, expresó su decepción con la situación de la burocracia federal y anunció que reducirá su participación en la política en el futuro. Esta decisión marca un giro en la participación de Musk en la política y parece marcar el inicio de un paso atrás en su carrera como asesor del Gobierno.
Por su parte, el presidente Trump ha anunciado que dará una rueda de prensa junto a Musk para marcar su “último día” en