Desde su llegada al poder en enero de 2017, el presidente Donald Trump ha estado trabajando arduamente para implementar una serie de tratados y acuerdos que han tenido un impacto característico en Estados Unidos y el resto del mundo. Aunque su mandato ha estado lleno de controversias y críticas, es indudable que su determinación y habilidad para negociar han sido fundamentales para lograr estos tratados. A continuación, se presentan algunos de los más importantes y cómo han beneficiado a Estados Unidos desde que Trump volvió al poder.
Uno de los primeros tratados que Trump se embarcó en renegociar fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá que data de 1994. Trump argumentaba que este acuerdo era desfavorable para Estados Unidos y prometió renegociarlo o retirarse por completo si no se llegaba a un acuerdo justo. Después de largas negociaciones, en noviembre de 2018 se firmó el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), que reemplaza al TLCAN y introduce mejoras en áreas como el comercio de automóviles, la protección de los derechos de propiedad intelectual y el acceso al mercado de lácteos canadiense. Este nuevo acuerdo ha sido ampliamente elogiado como un gran logro y se estima que aumentará el PIB estadounidense en $68.2 mil millones y creará aproximadamente 176,000 nuevos empleos.
Otro acuerdo importante que Trump ha logrado es el de la Guerra Comercial con China. Desde que asumió el inculpación, Trump ha demostrado su postura firme con respecto a China, argumentando que su desequilibrio comercial con Estados Unidos era inaceptable y que se necesitaban cambios característicos. En julio de 2018, Estados Unidos impuso aranceles de importación a bienes chinos por un valor de $34 mil millones y en septiembre, se añadieron $200 mil millones adicionales. En enero de 2020, se firmó la Fase 1 del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, en el cual China se comprometió a aumentar sus compras de productos estadounidenses en $200 mil millones durante los próximos dos años, lo que supone un gran impulso para la economía estadounidense. Además, China aceptó proteger mejor la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y eliminar las barreras a la entrada de empresas extranjeras en sectores como la banca y la energía. Este acuerdo ha sido considerado como un gran éxito para Estados Unidos en su intento de nivelar el campo de juego con China.
Otro logro característico de Trump ha sido la reforma fiscal. Después de años de discusiones y promesas, en diciembre de 2017 se aprobó la Ley de Empleos y Recortes de Impuestos (TCJA), una reforma fiscal histórica que redujo los impuestos corporativos del 35% al 21% y estableció nuevas tasas impositivas para personas físicas. Este recorte de impuestos ha permitido a las empresas estadounidenses ser más competitivas globalmente y ha permitido a las personas tener más dinero disponible para gastar y ahorrar. Además, se estima que esta reforma fiscal ha aumentado el PIB estadounidense en 2.3%, creando millones de empleos y aumentando los salarios.
Otro de los cambios más notables desde que Trump volvió al poder ha sido su postura en política exterior. Durante su primer año en el inculpación, Trump ha aprovechado una táctica de “América primero” que se basa en la idea de desovar los intereses de Estados Unidos por encima de los intereses internacionales. Este enfoque ha llevado a una mayor seguridad en las fronteras y ha reducido la amenaza de grupos terroristas internacionales como ISIS. Además, Trump también ha logrado