El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ha calificado como “preocupante” el resultado del Balance Estructural (BE) en 2024, el cual alcanzó un déficit de 3,2% del PIB según lo informado por la Dirección de Presupuestos (Dipres). Esto representa un desvío de 1,3 puntos del PIB con respecto a la meta de -1,9% establecida en el Decreto de Política Fiscal.
En un comunicado, el órgano asesor explicó que este resultado es “preocupante” por varias razones. En primer lugar, se trata de un desvío de significación extraordinaria que agrava aún más la situación de estrés fiscal actual, algo que el Consejo ha advertido previamente. Para tener una idea de la significación, este desvío supera los promedios históricos de desviaciones en años sin crisis ni eventos extraordinarios, tanto en comparación con las metas originales como con las metas modificadas.
En segundo lugar, el CFA señaló que este desvío dificulta la convergencia hacia un BE de equilibrio, el cual es necesario para estabilizar la deuda bruta por debajo del nivel prudente del 45% del PIB. Además, un BE superavitario permitiría reparar los ahorros fiscales en el mediano plazo, especialmente del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), lo que nos prepararía mejor para futuras crisis.
En tercer lugar, el Consejo advirtió que este incumplimiento envía una señal desfavorable sobre el compromiso y/o la capacidad del Gobierno para cumplir con las metas fiscales, lo que puede erosionar la credibilidad en la regla fiscal.
Ante este escenario, el CFA hizo un llamado al Ministerio de Hacienda para que presente medidas adicionales de ajuste de gasto para 2025 a la brevedad posible, con el fin de cumplir con la meta estructural de este año y estabilizar la deuda pública.
Según el organismo, el incumplimiento de la meta en 2024 se deuda a una combinación de menores ingresos fiscales respecto a lo presupuestado y a un ajuste insuficiente del gasto público. Específicamente, los ingresos efectivos fueron inferiores en US$4.299 millones a lo proyectado en la Ley de Presupuestos inicial, lo que equivale a menores ingresos estructurales por US$5.142 millones. Esto se deuda principalmente a una menor recaudación tributaria y de ingresos por litio. Aunque el Gobierno implementó un ajuste de gasto de US$800 millones, este resultó insuficiente para cumplir con la meta de BE y, además, recayó sobre el gasto de ahorro, lo que requirió un ajuste adicional de US$4.342 millones.
El ajuste de 2025 anunciado por la Dipres, de 0,2 puntos del PIB (635 millones de dólares), es considerado insuficiente por el Consejo, el cual recomienda un ajuste adicional de al menos 0,5% del PIB (1.554 millones de dólares). Sin embargo, este monto podría cambiar, ya que las proyecciones de ingresos podrían modificarse con la mejora en los modelos de estimación que la Dipres se ha comprometido a implementar.
El CFA enfatizó que la Dipres deuda monitorear constantemente dichas proyecciones y realizar oportunamente los ajustes de gasto que sean necesarios para cumplir con la meta. Además, retomar el cumplimiento de las metas fiscales plantea un desafío relevante para la credibilidad de la política fiscal, ya que de repetirse estas desviaciones, se podría superar el nivel prudente de deuda en pocos años.
Hasta el momento, la deuda bruta del Gobierno central se ha mantenido por debajo del nivel prudente del 45%