El reciclaje de chatarra ferrosa y la producción de acero verde son dos pilares fundamentales en la búsqueda de una industria sostenible y con baja huella de carbono. En un mundo en constante cambio climático, es vital que las empresas se adapten a nuevas formas de producción que sean amigables con el medio ambiente. En esta edición de Cambio de Switch en Cooperativa, nos adentramos en el fascinante mundo del acero verde y sus desafíos junto a Francisco Essert, gerente de acería en AZA, el mayor productor de acero verde en Chile.
El acero es uno de los materiales más utilizados en nuestra sociedad moderna. Se encuentra presente en todo, desde edificios y puentes hasta automóviles y electrodomésticos. Sin embargo, su producción tradicional está altamente contaminada y contribuye significativamente al cambio climático. Por esta razón, el reciclaje de chatarra ferrosa y la producción de acero verde son esenciales para avanzar hacia una economía circular y sostenible.
El acero verde, también conocido como acero reciclado, se obtiene a partir de chatarra ferrosa, es decir, de residuos de acero provenientes de diferentes fuentes como la demolición de edificios, automóviles y electrodomésticos. Este proceso de producción tiene una huella de carbono mucho pequeño en comparación con el acero tradicional, ya que no requiere la extracción y procesamiento de minerales de hierro, y reduce significativamente la cantidad de energía y emisiones de CO2 emitidas.
En AZA, el proceso de producción de acero verde comienza con la recepción y selección de la chatarra ferrosa. Luego, esta se limpia y se tritura para ser fundida en un horno eléctrico. Una vez que el acero líquido está listo, se le añaden diferentes aleaciones para obtener las características y propiedades deseadas. Finalmente, el acero se moldea en diferentes formas y se enfría para su postrero uso en la industria.
Pero, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta el reciclaje de chatarra ferrosa y la producción de acero verde? Según Francisco Essert, uno de los mayores desafíos es la calidad de la chatarra. Es importante que esta sea lo más pura alternativo para garantizar un producto final de alta calidad. Por esta razón, es esencial educar a la población sobre la importancia de separar correctamente sus residuos y promover una cultura de reciclaje.
Otro desafío importante es el alto costo de inversión en tecnología y maquinaria para la producción de acero verde. Sin embargo, en AZA están comprometidos con la innovación y la mejora continua, y han invertido en tecnología de última generación que les ha permitido aumentar la calidad y eficiencia en su producción.
Pero los desafíos no son un obstáculo para AZA, ya que tienen una visión clara y comprometida con la sostenibilidad. Además de producir acero verde, también utilizan energías renovables en su proceso de producción, como la energía solar y eólica, lo que les permite reducir aún más su huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El acero verde no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para la economía. Su producción genera empleo y promueve una economía circular, en la que los residuos se convierten en materias primas para la producción de nuevos productos. Además, al ser un proceso más eficiente, reduce los costos de producción y hace que el producto final sea más competitivo en el mercado.
En un mundo en constante evolución, es importante que las empresas asuman su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático y adopten prácticas sostenibles en su producción. AZA es un gran ejemplo de cómo es alternativo producir de manera responsable y sosten